
La otra noche que pasé
y te vi por la ventana
tan solita entre tu cama
no sé ni lo que pensé.
Lo cierto es que me quedé
calculando en una esquina
bajarme por la cocina
para irme a tu cuarto quedo,
por si tú sentías miedo
o algo de frío, Vecina.
***
Tu cariño primitivo
y aquella tonta ternura
que me hizo sentir criatura
me hacía sentir cautivo.
Era a la vez lenitivo
y algo que mi orgullo hirió
y así fué como pasó
que cuando más yo te amaba
sentía que te olvidaba
aunque no quisiera yo.
Exquisito poeta. Único en Guatemala.
ResponderEliminarCierto, Manuel José Grace, un poeta Excelso, no como esos que se dicen poetas y arman ciercos con plumas y tambores por allí.
ResponderEliminar