Los mil ejemplares publicados hace exactamente un año - julio del 2011- por ESGER.
Reivindican de esta ola espineliana, que se va acercando a la playa literaria de Ibero
América; esta vez, desde Guatemala tierra del autor.
En sus páginas hallamos el ímpetu y espíritu historiador de Roberto Cifuentes, bien
hace en narrar Modesto Caballero Ramos al Apóstol en la segunda estrofa de su
prólogo, en cuanto al amor por Guatemala y por toda América. Recuérdese a "La niña
de Guatemala" en los versos octosílabos de José Martí; además el incentivo en tanto y
cuanto pudiese escribir Roberto Cifuentes una décima para luego dedicarse a ella. Para
el lector ajeno a este mundo, le señalo enfáticamente "quien ingresa a este mundo se
prenda tanto de la estrofa sonora, que jamás podrá alejarse de ella". Así nos iremos
multiplicando, poco a poco; eso es lo que ha iniciado Roberto Cifuentes con este libro,
la iniciación guatemalteca por la estrofa más musical y perfecta del mundo, la Décima
espinela.
La referencia en la parte denominada Introducción por el autor alegra al escribiente,
señala que existe una región denominada El Progreso, con dos tipos de narradores
orales: los ancianos contadores y los trovadores guatemaltecos. Por ende la raíz musical
para las tonadas guatemaltecas pueden a partir de dicho lugar, dar el empuje para
tonadas y cánticos de la décima de ese país. Cuando una persona o más se pongan al
hombro dicho trabajo, podrán ir determinando de una serie de canciones folklóricas
guatemaltecas que sin ser décimas encajan en la forma métrica hispanohablante.
Trabajo enorme pero maravilloso, que traerá grandes satisfacciones a quien lo realice.
En el capítulo I Breve historia de la espinela, el autor hacer referencia a Vicente Espinel
como creador de la misma, respetando los antecedentes a que hace alusión el poeta
cubano Modesto Caballero Ramos, en cuanto a Juan del Mal - Lara y las dudas en
cuanto al auténtico autor.
De un modo u otro, lo importante fue, es y será su cultivo; quienes la florecieron con
sus pétalos de ensueño, dándole teatralidad, musicalidad, situación épica, baste señalar
al Fénix de los ingenios o el paridor de la Décima, el gran Lope de Vega padre del
teatro español; los versos de Calderón de la Barca, Miguel de Cervantes en el Quijote
de la Mancha, etc. En mi país llegó con el secretario de Pizarro, Francisco de Jerez,
quien escribiera en 25 décimas la conquista del Perú; en Guatemala como señala el
autor en su capítulo II; en una especie de arqueología decimal, repite una estrofa muy
bien elaborada a 16 versos, dos octosílabos encabalgados por idea, una décima de Sor
Juana de Maldonado, me parece genial la combinación graves - agudas, no obstante
como el que escribe curiosamente incurrir en tres sonidos como decimos en mi país,
gala - ufana, tan igual como la décima en la portada alma - fragancia. No obstante la
décima es eso... "Voluntad, trabajo, yerro,/ empuje, fuerza, valor/, sentido, magia, calor/
de la playa, el campo, el cerro"./ "Dibujarse como un perro/ tras la falda de la estela,/
ser el potro en la novela/ magistral de un buen romance, / o pedir que el tiempo alcance /
para hablar de la espinela".
Ese es el tiempo de Roberto Cifuentes, imantado hasta los huesos por la décima,
haciendo análisis de distintos poetas que escribieron décimas en su país de origen, y lo
llamo país de origen, por que soy un creyente confeso que los decimistas del mundo,
aparte de nuestros países de origen, hoy residimos en un sólo país, el país espineliano,
la nación de la Espinela.
En el capítulo III el autor narra situaciones ocurridas hace dos siglos ya, en cuanto
situaciones picarescas y didácticas, resaltando "Tradiciones de Guatemala" del poeta
José Batres Montúfar (1809- 1844), así como al poeta guayaquileño Rafael García
Goyena (1766-1823), por ende a esa época, peruano; quien en 1825 publicó "Fábulas y
poesías varias". Lo cual resulta interesante ya que Tomás de Iriarte en el siglo XVIII
crea las primeras décimas en dislate luego que Juan de Encinas, tres siglos atrás hizo
sus primeros romances en dislate a los que tituló Disparates, y el sentido de los versos
de dicho autor, sin ser dislates apuntan a ese sentido, los mismos se pueden apreciar
desde la página 50 a la página 63.
En el capítulo IV La décima como arma política y las estrofas hechas endecasílabos,
nombra a un gran poeta, David Vela Salvatierra (1901-1992) quien en "No nos tientes"
da una muestra de maestría en la espinela, a través de la sátira, ingenio y picardía
inherente a ella, baste leer. "Resabios del Testamento/ de Judas, la fina crítica/ se le
aplicó la política del tirano y del jumento/ que nos daban el tormento/ entre liberales
yerros/ y conservadores perros/ de la burocracia lerda;/ (hoy la derecha y la izquierda)
nos mandan a comer...berros".
En el último capítulo, el V sobre la décima guatemalteca en Internet los títulos de las
estrofas son el mejor prolegómeno del futuro de Roberto Cifuentes, con "La fuerza del
consuelo" llegará al "Misterio cercano" y ningún "Gato negro” perturbará el camino ya
empezado.
Junto a veintidós poetas
iniciaste la partida
musical que de por vida
te rodeará de plaquetas.
Por cubrir todas las grietas
con esos trazos valientes,
las páginas relucientes
del país de la memoria;
te hacen parte de la historia
decimística Cifuentes.
David Alarco Hinostroza
Lima - Perú