El poeta Pablo León dedica estas décimas a Shatila, una joven poetisa de Artemisa.
1
Shatila, llegó hasta mi
tu libro un poco atrasado
pero el mas adelantado
que en esta escuela leí.
El sol que viene de ti
no apaga su amanecer
mujer dos veces mujer
con una llama interior
sin tus versos el amor
no tiene razón de ser.
2
Shatila yo te imagino
por la luz que Dios te da
paloma que viene y va
sin repetir el camino.
Cuando muere el oro fino
del día y la noche emana
asomado a la ventana
alta de mi poesía
veo tu fotografía
en una estrella lejana.
3
Tus versos por esa esencia
de repetir tu tamaño,
uso para darme un baño
en el rio de tu ausencia.
Además, por la frecuencia
del radio de tu mirada
a mi puerta clausurada
por la llave del olvido
me tocas con un sonido
de guitarra enamorada.
4
Me toca una vibración
cósmica sin ademan
desde que tus versos dan
vueltas en mi corazón.
Extraña revelación
al leerlos recibí
será que llegan a mi
en las alas de otro clima
queriendo tocar la cima
de Neruda y de Martí.
5
Aquí estoy donde un laúd
cuando me invita a cantar
pretende resucitar
mis años de juventud.
No veas en mí la inquietud
de las pupilas tempranas
que ya triste y sin mañanas
que me regalen su brillo
me pierdo en el amarillo
horizonte de mis canas.
6
Shatila el viejo vestuario
de mi lenguaje incoloro
esta muy lejos del oro
azul de tu poemario.
Me llevas a un escenario
que jamás soñé subir
ahora pienso que al sentir
tu voz en la sangre mía
un parto de poesía
no me dejará morir.
Pablo León
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