Continuamos con estas hermosas fábulas del maestro Samaniego...
La paloma
Un pozo pintado vio
una paloma sedienta;
tiróse a él tan violenta,
que contra la tabla dio:
del golpe al suelo cayó,
y allí muere de contado.
De su apetito guiado,
por no consultar al juicio,
asì vuela al precipicio
el hombre desenfrenado.
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