Una décima del doctor Lee donde los versos oscuros llenos de remordimeinto se embellecen en esta versada.
Oculto en el denso velo
de mi culpa tormentosa,
frente a su fría losa
y testigo el mismo cielo,
vengo sin ningún consuelo
a llorarle con pasión
y pedir con devoción
paz a mi paso sombrío,
por mi necio desafío
de estrujar su corazón.
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