MARIMBA DE MI BARRIO

Desde ya celebramos a nuestro instrumento nacional con los versos de Manuel Villalta.

Suena el son en la marimba
al toque del bolillazo
y al gemido del teclazo
aparece la guarimba,
dando vida a la marimba.
¡Tal vez! Otro son cualquiera
que se esparce, -¿quién quisiera?-
O mejor un sonsonete
que estremezca el caballete
y que bailen por do quiera.

La baqueta se adormece
al titilar velozmente,
de las teclas, atinente,
tu teclado se estremece
del sonido que adormece
a los hachones de luz
que alumbran a media luz
al grupo de bailadores
que declaran sus amores
a muchachas a trasluz.

Yo no sé de tus orígenes
ni sé de donde viniste,
sólo sé que tú trajiste
los canticos aborígenes
extraído de las vírgenes
selvas, de no se de donde.
Lo lindo es que aquí responde
con voz de flamante fuego
y en febril desasosiego
tu música no se esconde.

Porque aquí te prohijaron
grandes hombres del ayer,
quienes te dieron el ser
sonoro, que nos legaron
y de un árbol descubrieron
-tu pianólica existencia-
de hormigo tu consistencia
con sonido fusionaron..,
luego te simbolizaron
la virtual magnificencia.

Y cuando en mi barrio suena
la muchachada se junta,
con la noche que despunta
notas de música plena,
invitando a la serena
juventud, a disfrutar
de aquel festín y bailar
una cumbia o taconazo,
con un vals o guarachazo;
el tacón de hueso truena.

¡Ay! marimba de arrabal
yo no la puedo olvidar,
ni mucho menos cambiar
por aquel gran vendaval,
música no nacional
que nos viene desde lejos.
Prefiero grandes reflejos,
quejas de teclas morenas
las que suspiran sus penas
de su sonido de espejos.

...del hormigo te esculpieron
tu esquelética figura.
A tu cantar de natura
los menores le pusieron,
en doble te convirtieron
aquellos grandes maestros,
que siendo músicos diestros
ensayaron sus sonatas
mazurcas y sus cantatas;
te hicieron canto de ancestros.