Una décima que suena anecdóticamente amarga en los versos elegantes del Doctor Lee Duarte
No despertamos el sueño
en el momento oportuno
ni tuvo camino alguno
que forjara nuestro ensueño.
Era el desdén nuestro dueño
que reinaba en la conciencia
y nublaba nuestra ciencia
destruyendo nuestro amor,
el coraje y el valor
en la fría indiferencia.
C.G.L.D. 30.01.09 Paraninfo Universitario
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