Un deleite en este par de décimas, solo un fragmento de la bella obra de Sor Juana Inés de la Cruz.
Copia divina, en quien veo
desvanecido al pincel,
de ver que ha llegado él
donde no pudo el deseo;
alto, soberano empleo
de más que humano talento;
exenta de atrevimiento,
pues tu beldad increíble,
como excede a lo posible,
no la alcanza el pensamiento.
¿Qué pincel tan soberano
fue a copiarte suficiente?
¿Qué numen movió la mente?
¿Qué virtud rigió la mano?
No se alabe el Arte, vano,
que te formó peregrino:
pues en tu beldad convino,
para formar un portento,
fuese humano el instrumento,
pero el impulso, divino.
1 comentario:
Ah bueeeeno, pero si estamos hablando de grandes ligas. Excelente.
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