El licenciado David Vela apunta en su "Historia de la literatura guatemalteca" que el doctor Tomás de Estrada publicó en la imprenta de Joaquín de Arévalo, en el año de 1751, una Trágica descripción del lamentable estrago, que ocasionó el terremoto del día cuatro de marzo de este año de 1751, en esta ciudad de Santiago de Goathemala. Además de prosa, agrega versos, algunos acrósticos y otros con juegos de palabras, así como esta décima:
Si las voces siempre explican
del concepto la intención;
las obras con más razón,
los afectos testifican:
claro se verá si aplican,
en tiempo, tan indigente,
el indicativo ardiente,
de su amor; que yo seguro,
que lograrán de futuro
el galardón del presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario