Hoy presentamos dos décimas del maestro Manuel José Arce en que se puede apreciar la finura de sus versos
1
Vive y palpita en todo lo que callo.
Está presente en todo lo que digo.
De sombra en sombra su rumor persigo.
De sueño en sueño contra mi batallo.
Ciego la busco, ciego y sólo hallo
una insaciable soledad conmigo,
y sigo encadenado a este castigo,
a tan dulce castigo confinado,
que la herida que sangra en mi costado
no sangra sangre, sino sueño y trigo.
2
Me están doliendo los días
que se me pasan sin verte:
no verte es como una muerte
con muchas más agonías.
Y entre palabras vacías
los días se van pasando:
el corazón palpitando
del más silencioso modo,
ajeno al mundo y a todo,
con una pregunta: cuándo.
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