El doctor Chong Ging Lee Duarte comparte con nosotros en estos versos, una reflexión que nos hace pensar en lo pequeño que es el ser humano ante los absolutos de la existencia.
SENDA INELUDIBLE
Ni el hombre con su tecnología
podrá cambiar su eterno destino,
pues, él es su inminente enemigo
y su implícita agonía habita.
Es su vivir la tragedia viva
que corre en su mismo devenir,
pues, ninguno conoce su fin,
tampoco su senda ineludible.
La eternidad que inventa y la vive
se morirá de forma sutil.
Chong Ging Lee Duarte 22.V.2011-
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