Una décima muy especial, para aquellos momentos especiales del encuentro espiritual.
¡Triste de mí que he cruzado
de la vida los senderos
por largo tiempo sin veros,
ojos del Crucificado!
Mas, de vuestra luz privado,
me fue contraria la suerte…
¡Ojos muertos del Dios fuerte,
olvidad viejos agravios
y haced que os besen mis labios
en la hora de mi muerte!
2 comentarios:
Qué hermoso ¿es tuyo Walter?
Es una décima de un himno que se canta en el rezo del Laúdes, en la iglesia Católica y los grupos neocatecumenales. Es tomado del libro Liturgia de la horas, tomo II.
Perdón por olvidar dar el crédito correspondiente.
Fraternalmente
Roberto
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