I
De colores van vestidos
ángeles que juguetean
y entre nubes corretean
como niños distraídos.
Siempre serán bienvenidos
ángeles escandalosos,
aunque estén muy bulliciosos
disfrutan el manantial,
tendrán vida celestial.
Ay ángeles presuntuosos.
II
Ese par de pretenciosos
a los ángeles admiran,
por sus recuerdos suspiran
como viejos fachendosos.
No dejan de ser rumbosos,
pero nadie los comprende,
el retiro los sorprende.
Que lejos están los cielos,
siguen noches de desvelos;
Allá, un ángel les aprende.
Ese par de pretenciosos
a los ángeles admiran,
por sus recuerdos suspiran
como viejos fachendosos.
No dejan de ser rumbosos,
pero nadie los comprende,
el retiro los sorprende.
Que lejos están los cielos,
siguen noches de desvelos;
Allá, un ángel les aprende.
III
Creadores jactanciosos
pintan halos colosales,
en albores especiales
sobre picos vanidosos.
Celajes maravillosos,
con figuras perceptibles,
con pasatiempos visibles
a la vista de viajeros,
son naves de misioneros.
Ah, pintores invisibles.
Creadores jactanciosos
pintan halos colosales,
en albores especiales
sobre picos vanidosos.
Celajes maravillosos,
con figuras perceptibles,
con pasatiempos visibles
a la vista de viajeros,
son naves de misioneros.
Ah, pintores invisibles.
El volcán de Agua escabroso,
siempre se tiñe de tarde
y en su pináculo alarde
nubarrón escandaloso.
Siempre serás majestuoso,
aunque circunden tu cima
nubarrones sin estima.
Esas nubes de colores
se sonrojan por amores
extraviados por el clima.
Textos y fotografías: Roberto Cifuentes E.
siempre se tiñe de tarde
y en su pináculo alarde
nubarrón escandaloso.
Siempre serás majestuoso,
aunque circunden tu cima
nubarrones sin estima.
Esas nubes de colores
se sonrojan por amores
extraviados por el clima.
Textos y fotografías: Roberto Cifuentes E.
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