Sé ahora, por qué el destino
es una vela encendida,
que da su luz desvestida,
alumbrando mi camino
por ser un don del divino.
Durante años es fraterna,
como es el alma paterna.
Flamea en nuestra existencia,
y será vuestra conciencia.
¡Oh!, la mía sea eterna.
es una vela encendida,
que da su luz desvestida,
alumbrando mi camino
por ser un don del divino.
Durante años es fraterna,
como es el alma paterna.
Flamea en nuestra existencia,
y será vuestra conciencia.
¡Oh!, la mía sea eterna.
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