Seguimos el tráfago iniciado hace ya algunas semanas, un viaje por tren europeo de esta poetisa orgullosamente guatemalteca...
Son sus troncos descarnados,
retorcidos, negros, secos,
que alzan los brazos entecos
hacia los cielos nublados,
de aquellos inmaculados
panoramas, sola nota
obscura, que allá remota
se extingue entre nieve y bruma
y aquí resalta en la espuma
cual peña que el mar azota.
De Verona y de Ferrara,
apenas los nombres leo;
adiós ruinas y museo
que el tren casi no se para.
Al instante nos separa
continuando su carrera…
Desde el vagón prisionera
miro, con tristeza suma,
que se destiñe y se esfuma
Bolonia por vez tercera.
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario