¿De donde te trajo el día
que durome hasta la noche?
Si esperando tu reproche
pensé que ya no vendría
el solaz de tu alegría
y el sonido de tu voz,
Yacía partido en dos
mi corazón penitente
que pensaba solamente
en correr del tuyo en pos…
¿Cuánto esperar debiera
por ti, mi musa anhelada?
Si tu silueta soñada
se fue con mi primavera
y al fin, aunque yo quisiera
esperarte más no puedo,
Pues llevas atado al dedo
el signo del compromiso
ya mi alma arrojada al piso
exhala un lamento quedo…
por ti, mi musa anhelada?
Si tu silueta soñada
se fue con mi primavera
y al fin, aunque yo quisiera
esperarte más no puedo,
Pues llevas atado al dedo
el signo del compromiso
ya mi alma arrojada al piso
exhala un lamento quedo…
¿Porqué todavía se empeña
El torpe corazón mío
en vivir pegado al frío
de la noche en una breña?
Pues al fin la dura enseña
de un ajeno proceder
es que hay cosas de no hacer,
No hay por que vagar en pena,
ni buscarse una condena
por amar a una mujer…
2 comentarios:
Me encanta tu estilo, Walter Tu poesía es tan dulce, tan honda. Qué hermosas décimas.
apapachos
Mil gracias por tu comentario y por tus visitas Nancy, de verdad nos honras y bueno... se hace lo que se puede, ja, ja, ja...
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