Dejamos otra muestra del trabajo de Yunior Figueroa, un conjunto de décimas que nos hacen reflexionar...
Absurdo creer que fuimos
infalibles ante el tedio
cuando el dolor fue el remedio
que sin saber elegimos
para olvidar que bebimos
de la espera, su regusto
amargo nos deja el susto
del azorado animal
que aguarda el golpe final
siempre en el límite justo.
Nos hiere la desconfianza
aunque se ofrecen los ojos,
la voz, las manos, despojos
de un naufragio de esperanza.
El miedo clava su lanza
en el centro de la herida.
Uno quiere huir, olvida
la niebla del pesimismo,
pero sigue siendo el mismo
bajo la carpa zurcida.
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