Estas décimas son parte del poemario “La Sangre Enamorada” del escritor guatemalteco Miguel Ángel Vásquez, Primer Premio Centroamericano de Poesía en los Juegos Florales de Quetzaltenango, 1979. sus versos sin duda, se han hecho más profundos y más certeros, arañando el viento de los viajes y de los sufrimientos, dice el poeta Francisco Méndez..
Décimas de la Perpetua Soledad
“Eres más bella cuando estoy más triste”
Ángel Cruchaga Santamaría.
I
Alguien comprenderá lo que yo he sido;
lo que en poemas destiné a tu nombre.
Alguien sabrá que en mi ternura de hombre,
vive tu encanto de naranjo herido.
Para entonces, mi sueño florecido
en la huella sin luz de lo que fuiste,
colmará de rocío cuanto existe
llenando de recuerdos mi retiro,
para siempre decirte en un suspiro:
ERES MÁS BELLA CUANDO ESTOY MÁS TRISTE.
II
Hoy en mi grito de laurel altivo
falta el marfil de tu perdida risa.
Buscándote a la orilla de la brisa,
martirizado de azucenas vivo.
En el tacto del agua, sensitivo,
Tu corazón de almendra se desviste;
última miel, la que en tu amor me diste,
levanta el monumento a tu ternura,
mientras nace en mi voz la frase pura:
ERES MÁS BELLA CUANDO ESTOY MÁS TRISTE.
III
Lejos de tu ternura me conmuevo
y en el añil mi soledad sepulto.
Es otra soledad de nombre oculto
la que destroza el ruiseñor que llevo.
Mi geometría de dolor elevo,
la nube en el jazmín mi sueño embiste
y huérfana de aroma se resiste
a penetrar en tu celeste muro.
Marchito, en soledad, siempre murmuro:
ERES MÁS BELLA CUANDO ESTOY MÁS TRISTE.
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