El Duelo

El día de ayer se enfrentaron en cruenta batalla la tripleta decimal consagrada ya en este blog, la inició Roberto Cifuentes con un comentario a Walter Gonzalez sobre su respuesta al brindis pasado, este se defendió como pudo pero no advirtió que el Maestro Lee Duarte ya le traía entre ojos, el final fue sorprendente...

Los titanes de la décima chapina presentan con mucho agrado y con fino sentido del humor, este duelo esperando que les resulte tan divertido como lo fue para ellos...

Roberto a Walter:

Asombro me ha provocado,
esa balada rimada
con excesos expropiada
y canto desesperado.
A patojas he encantado
con versos enamorados,
púes, no son nada rayados.
Sus cantos, joven amigo,
colmados de ilusión … digo,
mañana serán cantados.

Walter a Roberto:

Bien sabía que era oportuna
esa labia decimista
que le amarra la conquista
del amor bajo la luna.
Yo conservo la fortuna
de saber reconocer,
como debo responder
al mensaje camuflado
del amor interesado
en boca de una mujer

Dr. Lee a Walter

La ocasión es oportuna
de tal rival decimista
que bien se pierde de vista
cuando se le va la luna.
Yo sin tener su fortuna
también se reconocer,
como poder responder
sin llegar a ser chiflado
ni cínico interesado,
púes, soy hombre no mujer.

Walter a Roberto y al Dr. Lee:

Somos tres los “arrimados”
Por la rima solamente,
Pues la décima elocuente
Nos halló muy animados.
Los hombres interesados
Han de ver cual interés,
Pues dinero no siempre es
Lo que al hombre satisface,
La mujer es otra clase,
Va tras de la plata en vez…

Roberto a Walter:

Amigo nunca hay fortuna,
si el hígado te domina,
es mejor si no camina
esa senda inoportuna.
En noche llena de luna
verso y verso con prudencia,
cómo notas de sentencia
para almas emocionadas
al máximo estimuladas,
te dan penas con frecuencia.

Walter a Roberto y al Dr. Lee:

¿A quien atribuir debiera
este adagio que aconseja
sabiamente y que me deja
aturdido en la frontera
entre otoño y primavera?
Otoño por la experiencia;
Primavera por la ciencia
que al ímpetu emocional
conoce hasta su raizal,
de humanos la fiel esencia…

Como ya chilla la tripa
y el reloj va a dar las doce,
hare pausa en este goce
de entre décima y chiripa.
La comida que me equipa
para alimentar la panza,
mientras que la rima avanza,
yo saldré para comer,
y al regreso espero ver
pertinente su venganza…

Roberto a Walter:

Haga corazón de tripa
mientras rebasan las doce,
si la gallina se cose,
dijo nana de chiripa.
Pues, ella muy bien se equipa,
para llenarle la panza,
porque sólo así le alcanza.
Tiene usted para comer,
otros sólo van a ver
y a llenarse de vergüenza.

Dr. Lee a Roberto y a Walter:

Somos ya los tres rimados
que sin mayor elocuencia,
pero sí, con gran frecuencia
nos pusimos inspirados.
Cínicos ya trasnochados
en nuestro vil interés
de hacer no una, sino tres
décimas de la ocasión;
que nos llena de pasión,
al derecho y al revés.

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